Antecedentes
Esta institución se crea por voluntad de las hijas de Don Alfredo Zitarrosa, en honor y homenaje a su trayectoria artística y ética, como proyección de su dimensión humana. Es por este motivo que los objetivos de la Fundación tienen como fundamento las propias palabras de Don Alfredo Zitarrosa, que reposan en su pensamiento e ideología, sensible a la comunidad y al tiempo en que le tocó vivir.
Pretende ser un núcleo generador de ideas y proyectos. Un lugar de participación para todos aquellos que quieran y puedan dedicarse a llevar adelante actividades tendientes al cumplimiento de sus objetivos.
El miércoles 10 de marzo de 2004 , con motivo de celebrarse 68 años del nacimiento de Zitarrosa, se realizó la presentación pública de esta iniciativa en un evento realizado en la Sala Municipal que lleva su nombre, con la participación del Prof. Washington Benavides, Becquer Salvador Puig y el Dr. Álvaro Faedo. Diversas personalidades e instituciones adhirieron a la iniciativa , entre las que se pueden destacar sólo como ejemplos la Universidad de la República, la F.E.U.U., Fundación Yupanqui, Fundación Jara, Teatro “El Galpón”, así como Julio Cobelli, Carlos Díaz (“Caíto”), Eduardo Larbanois, Mario Carrero y Pablo Estramín.
El antecedente más directo de esta iniciativa podemos encontrarlo en la Asociación Civil “Fundación Zitarrosa”, impulsada hacia mediados del año 1989 por diversas personalidades de la cultura, amigos de Zitarrosa –recientemente fallecido– y movidos por una gran inquietud que inspiraba la personalidad y obra del amigo y creador ausente. Lamentablemente la idea no pudo prosperar, y en menos de un año simplemente se había desvanecido. Nunca se concretó la personería jurídica de la misma.
Es con las mismas inquietudes y ante el vacío de la ausencia, que va surgiendo similar inquietud en su familia, ya con los años más propicios para asumir la responsabilidad.
Así, ya desde el año 1999, con la organización del espectáculo en homenaje a Zitarrosa, en el Obelisco, comienza a gestarse la idea, que tardó un tiempo más en cristalizar. En el respectivo homenaje del año 2000 frente a la Sala Zitarrosa, recientemente inaugurada, también organizado a instancias y con la coordinación general de miembros de la familia de Zitarrosa y el apoyo de la IMM, ya se anuncia la intención, que es recibida emotivamente por el numeroso público asistente al espectáculo. Con la promulgación de la Ley de Fundaciones, se cuenta con el marco legal más apropiado a una iniciativa de este tipo.
Así, finalmente, en 2004, en el seno de la familia de Alfredo, hay el convencimiento de que “hace falta” el espacio, y se asume la responsabilidad de llevarlo a cabo: se toma la resolución de realizar un acto fundacional público, en la fecha que fuera su cumpleaños -el 10 de marzo- y en la Sala Auditorio Municipal que lleva su nombre.
Sobre la Sede
Desde el surgimiento de la idea, como necesidad de existencia de una institución que sirviera a canalizar el enorme afecto, admiración y respecto que el pueblo uruguayo en particular, y de otras naciones de Iberoamérica sienten hacia la figura y el legado de don Alfredo Zitarrosa, se tiene la visión de la Fundación Zitarrosa como una gran Sede donde confluya una parte importante de la vida cultural del país, referente de esta y como polo de atractivo turístico en la difusión de la identidad cultural del Uruguay.
A comienzos del 2006 se inició el contacto con el intendente de Montevideo, Dr. Ricardo Ehrilch con el objetivo de presentarle el proyecto Fundación Zitarrosa, sus objetivos y necesidades. Y, a partir de una cordial reunión con el Dr. Ehrlich se han estrechado los lazos entre las dos instituciones recibiendo la Fundación gran apoyo por parte de la comuna en general y particularmente de parte del propio intendente y obteniendo la Declaración de Interés Municipal otorgada al proyecto Fundación Zitarrosa y a sus objetivos.
En este contexto, en julio de ese mismo año la Intendencia Municipal de Montevideo cedió a la Fundación el uso de dos locales comerciales ubicados en la Rambla 25 de Agosto de 1825 nos 590 y 596, esquina Juan Carlos Gómez, en el edificio de la Cooperativa de Vivienda Ciudad Vieja (COVICIVI II). Esta cesión se hizo atendiendo la urgencia de la Fundación de disponer de un lugar físico para funcionar. En dichos locales podrá funcionar temporalmente hasta poder conseguir un edificio con las características necesarias para albergar todas las actividades planificadas a desarrollar por la Fundación en su Sede.

Se entiende fundamental la incorporación de Fundación al circuito cultural que viene gestándose en la Ciudad Vieja pues significará un importante aporte para el crecimiento y la consolidación como un auténtico polo de las artes y la cultura, constituyendo además un atractivo fundamental para el desarrollo del turismo cultural. Afianzando la marca establecida en su momento desde la comuna capitalina de “Montevideo Capital Cultural”.
Asimismo, generar un fuerte movimiento de turismo cultural con público nacional e extranjero es de crucial relevancia para el desarrollo de una actividad que reporta enormes beneficios al país. “Lo cultural” debe ser entendido como capital diferencial que hace que la oferta turística de un país sea única, irrepetible y esté disponible más allá de la temporada estival; al tiempo de ser un elemento clave en la construcción y fortalecimiento de la identidad nacional.
Finalidad
Para llevar a cabo los objetivos de la Fundación, es necesario lograr la concreción del proyecto de acondicionamiento y equipamiento de la sede, base de operaciones a partir de la cual implementar todas las actividades.
Una vez establecida, las actividades se multiplicarán en cantidad y propuestas por lo que el proyecto de acondicionamiento contempla el carácter multifacético de las mismas asegurando sus posibilidades de realización. Las siguientes son ejemplo de algunas de las actividades que tendrán lugar en nuestra sede:
Talleres y Clases: el objetivo es colaborar con el desarrollo de la creatividad artística, buscando promover la preservación de la cultura no material del Uruguay y la región, en especial los géneros culturales de raíz campesina, actuando en primer lugar a favor de la difusión del estilo guitarrístico consagrado por Don Alfredo Zitarrosa. Se prevé el dictado de clases y la realización de talleres en varios rubros, entre otros:
Guitarra, guitarrón, y talleres de formación de conjuntos de guitarras, especialmente la conformación en cuarteto. La escuela de Música y Canto Popular se complementa pues con la enseñanza de la Canción Popular y los estilos musicales tradicionales.
- Talleres de literatura (poesía, ensayo, cuento, etc.)
- Locución
- Periodismo
- Teatro
- Preservación cultural
- Otros instrumentos
- Talleres (creación) de murgas